16 febrero 2008

Cómo elegí ser portero

En este post os voy a contar mis inicios en el mundo de la portería. Seguro que todos vosotros tenéis una historia que contar: alguno era jugador hasta el día en que se pone de portero, y lo hizo tan bien que decidió dedicarse a esto; otro fue obligado a ponerse de portero un día en que faltaba el titular, y le gustó tanto que eligió cambiarse de demarcación... Todas estas historias al final acaban en que nos gusta tanto la posición del portero, que no la cambiaríamos por nada.

En mi caso, empecé con 6 o 7 años a jugar a fútbol sala en el patio del colegio, aprovechando los recreos. Tres factores hicieron decantarme por la demarcación del portero. La primera de ellas es que, cuando eres crío, todos los niños tienen un objetivo común en el fútbol: meter gol. Por esto, nadie se quiere poner de portero y, por tanto, esta demarcación siempre quedaba libre, y el que se ponía de portero era por sorteo, así que siempre que querías jugar de portero voluntariamente, nadie te ponía pegas. La segunda, que me diagnosticaron asma de pequeño, y como no podía meterme mucha caña corriendo, la mejor posición para esto era la de portero. Y, por último, qué se le va a hacer.... era -y sigo siendo- un "paquete" jugando de jugador, sea en la posición que sea... Así que al final me decidi por la portería.

Nunca me arrepentiré de haber elegido esta demarcación, de la cual soy un enamorado.

No hay comentarios: